viernes, 17 de abril de 2015

Pintura



Tiziano
Biografía:
Oriundo de la región de Cadore, Tiziano nace en el seno de una conocida familia en un año aún por determinar. Junto con su hermano será enviado a Venecia en fecha temprana, entrando a formarse al taller del mosaísta Zuccato primero y de los pintores Gentile y Giovanni Bellini después. Tiziano, sintiendo mayor inclinación por el nuevo estilo propio del Cinquecento, adoptará la resolución de tomar por "maestro" finalmente a Giorgione.
Tanto asimilará el estilo de este pintor que incluso hoy día existen dudas con respecto a la atribución de determinadas obras, puesto que será mucha la perfección que Tiziano alcance en la imitación de su estilo. Pintar en 1510 en la Scuola de San Antonio los milagros del santo o las Tres historias de San Antonio.
Siguientes obras serán la Transfiguración de San Salvatore de Venecia y el Retablo de San Sebastián para la capilla votiva de Niccoló Crasso. También comienza a ser apreciable en su manera de pintar una inmediatez en el trazo cada vez mayor, así como la creación de atmósferas "dramáticas", características que desembocarán en los años 70 en obras donde el pincel grueso e impreciso y los contrastes lumínicos y de color protagonizan sus cuadros.
Ejemplos de esta nueva forma de concebir la pintura son el Santo Entierro (1566), la obra conocida como La religión socorrida por España, la Coronación de espinas (1570).


 
La coronación  de espinas
Pintado en 1540, esta obra le fue encargada por la Cofradía de la Santa Corona. Durero y Bernardino Luini serán las fuentes empleadas por el maestro veneciano, utilizando del primero el número de personajes y del segundo la ubicación de la figura de Cristo. De Giulio Romano tomaría la violencia que se respira en el conjunto, la arquitectura y la potencia de los personajes, inspirados indirectamente en Miguel Angel. La referencia a la escultura clásica continúa presente, especialmente al Laoconte. Interesado en menor medida por la potencia escultórica de las figuras, la expresividad y el dramatismo se subraya por el empleo de la luz y el color, a través de los cuales "Tiziano podía llegar a desintegrar la forma en una luminosidad cromática que se convertiría en la base del mágico último periodo de su estilo". Las tonalidades amarillas, verdes y rosas son características de los primeros años de la década de 1540, al igual que las escorzadas posturas y las diagonales utilizadas por el maestro. Cristo se sitúa en el centro de la composición, rodeado de los sayones que intentan clavarle la corona a través de los bastones, en posturas tremendamente escorzadas con las que se acentúa el dramatismo y la tensión del momento. La escena se desarrolla en los escalones de acceso a una construcción clásica, en cuyo dintel se aprecia un busto romano.
Bibliografía:


Jacopo Robusti Tintoretto
Biografía:
Hijo de un tintorero de telas, de ahí toma su apodo. Comienza su leyenda, en la que se dice que entró en el taller de Tiziano pero fue expulsado por el maestro a los diez días porque envidiaba sus dibujos, así que  se vio obligado a abrir un  taller, importante, en el que luego trabajaron sus hijos Domenico y Marco, y su hija Marietta "la Tintoretta", En el que se ofrecía con el eslogan: "El dibujo de Miguel Angel y el color de Tiziano". Se observa en todo tintoretto unas posturas  violentas, tensas, a veces incluso rebuscadas pudiera ser que tuviera anteriormente algún vínculo con algún pintor manierista antes de entrar en la escuela de Tiziano y que esta manera de pintar provocara el rechazo del maestro. A sus 21 años, firma como: "maestro Giacomo, pintor en el campo de San Chassan" datado en el año de 1539.


José y la mujer de Putifar
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas, con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro con otro. Es evidente que estas obras estaban destinadas a un ambiente profano. Los temas bíblicos han perdido su carga dramática, apenas son un pretexto para mostrar trajes exóticos, ceremonial cortesano y carnes desnudas. Destacan José y la mujer de Putifar y Judith y Holofernes como lo mejor del ciclo, sobre todo los desnudos de bello modelado de la mujer de Putifar y Holofernes. No hay nada parecido a estos cuadros en la producción restante de Tintoretto y, por lo tanto, es difícil datarlos con certeza. La repetición regular de pequeñas pinceladas caligráficas, en las borlas de los vestidos y tocados, las hojas de la vegetación, formas ensortijadas de los rizos y tocados femeninos, crean un ritmo decorativo global que no se repetirá en ninguna de sus obras.
Bibliografía:

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